Vuelven los bigotes a la liga

 David Zurutuza Foto: Rubén Plaza

En las décadas de los 70 y de los 80 era muy normal encontrarse con multitud de jugadores con bigote enrolados en las filas de nuestros equipos, raro era el club que no contaba en sus filas con algún bigotudo.

Esa tradición se fue perdiendo en los años 90 hasta prácticamente llegar a la extinción en nuestros días.

Pero el pasado fin de semana tenía lugar en Anoeta el derbi vasco entre la R. Sociedad y el At de Bilbao, duelo que acabó con un resultado de 2-0 para los donostiarras. En este partido, además de todo lo deportivo, se dio un acto que a mí me llamó mucho la atención, y este no era otro que el mostacho que lucia el dorsal 17 Txuri-Urdin, David Zurutuza, una especie que yo ya creía desaparecida resurgió y edn un encuentro tan importante como es el derbi vasco.

Precisamente la R. Sociedad (equipo con bigotudos ilustres como Jesús María Satrústegui, máximo goleador histórico realista con 162 tantos, o Jesús Mari Zamora, autor del gol al Sporting de Gijón el 26 de Abril de 1981, que daba el título a la Real en la última jornada de Liga) pues como decía, los realistas tuvieron en sus filas quizás al último bigote conocido de la liga, el centro delantero John Aldridge (siendo el primer jugador extranjero en vestir la camiseta de la Real Sociedad desde los años 60, ya que los inicios del equipo, cuando el club se denominaba Club Ciclista, jugaban futbolistas como Simmons o McGuinness, posteriormente jugarían Bravo, Calligaris, Simonsson... Pero desde comienzos de la década de los Beatles, la Real no había contado en sus filas con jugadores foráneos).

Pero antes del delantero nacido en Liverpool, aunque de ascendencia irlandesa, pasaron por nuestra competición numerosos bigotes, que en muchos de los casos daban una imagen ruda de los jugadores (en esa época no existía la metrosexualidad) repasemos por posiciones algunos de los más conocidos:

Bajos los palos podríamos encontrarnos a Miguel Ángel y García Remón en la filas del R. Madrid, al eterno suplente, del At Bilbao y Español, Carlos Meléndez o a Fernando Peralta en las metas del Sevilla y del Málaga.

La línea defensiva podría estar formada por el duro defensa ceutí del Barcelona, Tarzán Migueli, al malogrado central del At Madrid, Juan Carlos Arteche, al no menos contundente Goyo Benito, del R. Madrid, o al gran Carmelo, más conocido como Beckenbauer de la Bahía en las fila del milagroso Cádiz, si bien antes vistió de verdiblanco.

En el centro del campo podríamos contar con la elegancia de Bernd Schuster (jugó en los tres grandes) a su lado el canterano del Barcelona, Sánchez Jara, que hizo carrera en Betis y Osasuna, otro bético ilustre como Antolín Ortega, y quizás el bigote más carismático de nuestra liga, el del gran Tato Abadía, mítico centrocampista del Logroñés dirigido por otro mostacho ilustre (David Vidal), y tampoco queremos olvidarnos de el actual seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, que hoy día lo mantiene su espeso bigote.

Por último en la línea ofensiva podrían jugar el barcelonista Ramón María Calderé (me parece increíble que este jugador disputara un Mundial, México 86) o su compañero Paco Clos que acabó poco después enrolado en el Real Murcia.

Podríamos nombrar muchos más Paul Breitner, Stielike y San José en el R. Madrid, Mesa, Cundi y Joaquín en el Sporting, Larrañaga en la R. Sociedad, Iriguibel y Castañeda en Osasuna, Gonzalo y Bastón en el Burgos, el tristemente desaparecido, este verano, Manolo Preciado en el Racing... en definitiva una lista que no tendría final.

¿Será Zurutuza un paso más en la vuelta de los 80? o simplemente ¿es uno de los últimos románticos de nuestro fútbol?

Jesús M. Moreno