Esta semana otra vez clásico

Pues sí, para un amante del fútbol como yo debería ser una gran noticia que este domingo se jugara el clásico nuestra liga, un Barça vs R. Madrid, sin duda el mejor partido que se pueda ver en el mundo y el que más seguimiento y pasiones levanta. Y aunque seguiré el partido y espero que gane mi equipo, el R.Madrid, cada vez cansa un poco más este choque, y no por el encuentro en sí, más bien por la cantidad de veces que se repite cada año, sin ir más lejos en algo más de un mes desde arranque de la competición, este será el tercer enfrentamiento entre los dos gigantes de nuestro fútbol.

Si estuviéramos hablando de algo puntual pues no pasaría nada, pero esta historia se viene repitiendo en los últimos años, la pasada campaña fueron seis los enfrentamientos (dos de la Supercopa, dos en la Copa del Rey y los dos de la Liga), mientras que en la anterior se vieron las caras en los dos choques ligueros, los dos polémicos partidos de la Champions y en la final de la Copa del Rey resuelta con gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga.

¿Esto quiere decir que el encuentro de este domingo pierda interés?, no, no lo creo la gente seguirá el choque, habrá polémica y se escribirán ríos de tinta sobre la previa, lo que acontezca en el rectángulo de juego y sobre la resaca que deje el mismo. Los aficionados de uno y otro equipo tendremos eternas tertulias, nos quejaremos de aquel fuera de juego no pitado, del penalti clamoroso que se tragó el trencilla de turno y del gol cantado que falló Higuaín.

Dicho todo esto os preguntareis, ¿y entonces de que se queja este tío? pues más que una queja es la añoranza de los derbis (que así lo llamábamos antes, aunque no es una expresión correcta, ya que derbi es el partido entre equipos de la misma ciudad o comunidad) de años atrás, como lo calentaban Ramón Mendoza y José Luis Núñez, achuchados por sus vicepresidentes Lorenzo Sanz y Juan Gaspar (curiosamente años después ambos fuero presidentes), los enfrentamientos del Madrid de Juanito y Santillana al Barcelona de Carrasco y Schuster o el de la quinta del Buitre más Hugo Sánchez con ese Barça embrión de lo que fue conocido temporadas después como Dream Team, la manita de ese Dream Team en el Camp Nou con un Romario de dibujos animados (el jugador brasileño llegó a afirmar que era aun mejor en la cama que en terreno de juego), devuelta al año siguiente por el Madrid con un gran Laudrup (jugador que participó en las dos manitas, militando en los dos equipos) y un Zamorano letal.

Pues sí, señoras y señores llega el clásico y pese a todo lo dicho ahí estaré enfrente del televisor esperando disfrutar o sufrir de un gran espectáculo, y como decía ese gran entrenador que era Vujadin Boskov: "Fútbol es fútbol".

Jesús M. Moreno