Un cura, italiano, culpa a las mujeres de la violencia machista

Piero Corsi. Foto: Diario El Sol

Ya lo que me faltaba por oír, ahora resulta que las mujeres son las culpables de que sus parejas las traten con violencia o que incluso las asesinen.
Aunque resulte increíble de creer, esto es lo que está promulgando el párroco de la iglesia San Terenzo de Lerici (La Spezia) Piero Corsi. A este siervo de Dios, no se le ocurrió otra cosa que colocar en el tablón informativo de su iglesia una carta en la que acusa a las mujeres de haberse alejado de la virtud, y de ser en parte culpables de la violencia machista, de habérselo buscado. O sea como la frase del chiste, "la culpa es de los padre que las visten como putas".

Entre las "lindezas" de dicha carta, titulada "Donne e il Femminicidio" ('Mujeres y Feminicidio) dice cosas como que: "Una prensa fanática y desviada echa la culpa de todo al hombre". También dice, "nuestro héroe," que no puede ser que todos los hombres enloquezcan a la vez y que esto ocurre por el hecho que: "Las mujeres, cada vez más, provocan, se vuelven arrogantes y se creen autosuficientes acabando por exasperar las tensiones".
No conforme con estas burradas, agregó esto otro: "¡Cuantas veces vemos a muchachas y señoras maduras caminar por la calle con vestidos provocadores y ceñidos!, ¡cuantas traiciones se consuman en los lugares de trabajo, en los gimnasios y los cines! Podrían evitarse, ya que desatan los peores instintos y después se llega a la violencia o al abuso sexual".
El cura señaló que la violencia o el abuso sexual es "cosa de canallas", pero concluye su texto: "hagamos un examen de conciencia: tal vez nos lo hayamos buscado".

El texto fue puesto, en la citada iglesia, el día de Navidad, y como no podía ser de otra forma, levantó de inmediato las protestas de los feligreses y de las distintas asociaciones de mujeres de la zona, que han escrito al primer ministro, Mario Monti, pidiendo que Piero Corsi, sea destituido de ese cargo inmediantamente. También han puesto una denuncia contra el sacerdote, denunciado que instiga a la violencia contra las mujeres.

Con todo esto, no me extraña, que una entidad como la iglesia aun siga defendiendo a los religiosos que han consumado abusos sexuales contra menores, y vete a saber que otras atrocidades estarán escondiendo estos mal nacidos.
Como una persona, sea religiosa o no, puede justificar un acto violento o un asesinato, basándose en los corta que sea la falda de la víctima.
Podemos entender que en una relación de pareja pueda haber momentos tensos, por cualquier circunstancia, pero cualquier acto violento, físico o psíquico, de cualquiera de las dos personas que forman la pareja, (ya sea la mujer o el hombre) es algo deleznable, repulsivo y vomitivo.
Que gran oportunidad vuelve a perder esta entidad, antigua y caduca como es la iglesia, de acercarse al dolor de las personas y mostrar un poco de afecto hacia ellas.

Jesús M. Moreno