Carmelo Flores, 123 años lo contemplan. Foto: Telecinco.es |
Para hacernos una idea, este boliviano contaba con 22 años cuando se hundió el Titanic, al término de la segunda guerra mundial tenía 55 años y con la caída del muro de Berlín rozaba la centena.
Carmelo siempre ha vivido en Frasquía, una pequeña comunidad en las montañas, además solo habla Aymara (una lengua autóctona del país).
Este campesino, pese a su edad y el deterioro que causan los años, goza de buena salud y sigue trabajando en el campo. Es padre de tres hijos, de los cuales solo vive uno, Cecilio, del cual se emociona cada vez que habla de él. Su mujer murió ya hace mucho tiempo, a la edad de 107 años.
Carmelo vive en una pequeña casa construida con adobe y paja, aunque su familia siempre está cerca para cuidar de él, no en vano tiene 14 nietos y 39 bisnietos.
En
estos días el Tribunal Electoral de Bolivia confirmó la identidad y la edad del
anciano. “El señor Carmelo Flores Laura tiene como fecha de nacimiento el 16 de
julio de 1890, está en el Registro Biométrico (electoral), con residencia en
Frasquía, de profesión agricultor”.
La
Gobernación de La Paz explicó que con la edad certificada, se tramitará su
registro en Libro Guinness de los records.
Vídeo: Canaldefilipinas
Jesús M. Moreno
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